Publicado el marzo 12, 2024

El cumplimiento normativo total no es una colección de políticas aisladas, sino un único Sistema de Gestión de Compliance (SGC) integrado.

  • Centraliza la gestión de todos los riesgos normativos (laboral, fiscal, datos, penal, etc.).
  • Se alinea con la norma de referencia en España, la UNE 19601, para certificar la diligencia debida.

Recomendación: El primer paso es construir su Matriz de Riesgos y Controles, la columna vertebral de todo el sistema.

Para cualquier director o CEO en España, la sensación de estar permanentemente bajo examen normativo es familiar. La avalancha de regulaciones en materia laboral, fiscal, de protección de datos, prevención de riesgos laborales (PRL) y responsabilidad penal parece no tener fin. La reacción instintiva es crear documentos: una política para esto, un procedimiento para aquello, una checklist que se envía por email y acaba olvidada. Se acumulan cientos de páginas en carpetas digitales que nadie lee, generando una falsa sensación de seguridad.

Esta aproximación fragmentada es la receta para el desastre. No solo es ineficiente, sino que deja brechas críticas que pueden derivar en sanciones millonarias y crisis reputacionales. Pero, ¿y si la clave no fuera acumular documentos, sino construir un sistema? La respuesta a la pregunta de «cómo asegurar que se cumple todo» no está en más políticas, sino en un enfoque estructural: la implementación de un Sistema de Gestión de Compliance (SGC). Este es un marco unificado que identifica, evalúa, gestiona y monitoriza todos los riesgos de cumplimiento de forma centralizada, transformando una obligación costosa en un activo estratégico.

Este artículo no es una lista más de leyes que debe cumplir. Es una hoja de ruta para directivos que buscan abandonar el «compliance de papel» y construir un sistema de cumplimiento robusto, eficiente y, lo más importante, certificable según los estándares que exige el mercado español, como la norma UNE 19601. Veremos cómo pasar de la teoría a la práctica, desde la creación de una matriz de riesgos hasta la auditoría y la mejora continua.

Para quienes prefieren una perspectiva audiovisual, el siguiente vídeo ofrece una reflexión complementaria sobre la intersección entre la sostenibilidad y el compliance, una tendencia clave que redefine las expectativas sobre la responsabilidad corporativa.

A lo largo de esta guía, desglosaremos los componentes esenciales para edificar un sistema de compliance a prueba de inspecciones y que, además, genere valor. El recorrido está diseñado para ser lógico y progresivo, proporcionando un marco de trabajo claro.

¿Por qué empresas certificadas en compliance ganan licitaciones que otras pierden?

En el entorno B2B y, sobre todo, en la contratación pública, el cumplimiento normativo ha dejado de ser una casilla a marcar para convertirse en un factor decisivo. Una empresa con un Sistema de Gestión de Compliance certificado no solo afirma que cumple la ley, sino que lo demuestra a través de un tercero independiente. Esto genera una confianza inmediata en clientes, inversores y administraciones públicas, que ven en la certificación una garantía de diligencia debida y una reducción del riesgo de trabajar con un socio poco fiable. No es una cuestión de percepción; es un diferenciador competitivo tangible.

La madurez del mercado español es evidente. Se estima que ya el 75% de las compañías con más de 200 trabajadores tienen programas de compliance. En este escenario, no tenerlo es una desventaja, pero tenerlo certificado es una ventaja proactiva. Las empresas certificadas bajo estándares como UNE 19601 demuestran un compromiso que va más allá del mínimo legal, lo que les permite:

  • Acceder a contratos internacionales y licitaciones que exigen explícitamente sistemas de gestión anticorrupción o de cumplimiento penal.
  • Mejorar la reputación corporativa y la imagen de marca, atrayendo a stakeholders (inversores, talento, clientes) que valoran la ética y la transparencia.
  • Reducir el coste de los seguros de responsabilidad civil o de D&O (Directors and Officers), al poder renegociar las primas presentando una menor exposición al riesgo.
  • Generar un círculo virtuoso de confianza con toda la cadena de suministro, exigiendo a sus propios proveedores estándares similares y elevando la calidad del ecosistema empresarial.

En definitiva, la certificación transforma el compliance de un centro de coste defensivo a un motor de negocio ofensivo. Es la prueba documentada de que la empresa no solo «hace las cosas bien», sino que lo hace de forma sistemática y verificable. Esta es la razón por la que, a igualdad de condiciones técnicas y económicas, la balanza se inclina a su favor.

¿Cómo crear tu matriz de cumplimiento normativo con todas las leyes que te afectan?

La Matriz de Cumplimiento Normativo, también conocida como Matriz de Riesgos y Controles, es la piedra angular de cualquier Sistema de Gestión de Compliance. Lejos de ser un documento estático, es una herramienta viva y dinámica que permite visualizar de forma centralizada todas las obligaciones legales de la empresa, los riesgos asociados a su incumplimiento y los controles implementados para mitigarlos. Es el mapa que guía toda la estrategia de compliance y la principal evidencia de diligencia debida ante una inspección o un proceso judicial.

Construir esta matriz es un ejercicio metodológico que debe involucrar a los responsables de cada área (RRHH, Financiero, Operaciones, IT). La estructura básica de la matriz suele incluir, como mínimo, las siguientes columnas:

  • Normativa Aplicable: La ley, decreto o reglamento específico (ej. RGPD, Ley de Prevención de Blanqueo de Capitales, Código Penal).
  • Obligación Concreta: El requisito exacto que impone la norma (ej. «Realizar una Evaluación de Impacto de Protección de Datos para nuevos tratamientos»).
  • Riesgo de Incumplimiento: La consecuencia negativa si la obligación no se cumple (ej. «Sanción económica por la AEPD, daño reputacional»).
  • Control Existente: El procedimiento, política o acción que la empresa ha implementado para asegurar el cumplimiento (ej. «Procedimiento P-DAT-01 para la realización de EIPD»).
  • Responsable del Control: La persona o departamento encargado de ejecutar y supervisar el control (ej. «Data Protection Officer»).
  • Evidencia del Cumplimiento: El documento, registro o informe que demuestra que el control se está aplicando (ej. «Registro de EIPDs realizadas»).

Este ejercicio obliga a la organización a realizar un profundo autoanálisis y a dejar de pensar en silos. Permite identificar solapamientos, inconsistencias y, lo más importante, riesgos no cubiertos. Una vez creada, la matriz debe ser revisada y actualizada periódicamente, especialmente ante cambios legislativos o nuevos procesos de negocio.

Vista macro de una tabla de compliance con columnas de riesgos y normativas en pantalla táctil
Escrito por Javier Navarro Sánchez, Javier Navarro Sánchez es abogado mercantilista colegiado en Madrid con 16 años de experiencia en derecho societario, compliance normativo y asesoramiento jurídico-fiscal para pymes. Ejerce como socio del departamento de derecho de empresa en un despacho especializado, y es auditor certificado de sistemas de compliance penal según norma UNE 19601.